La investigación pura, también conocida como investigación básica o fundamental, se realiza sin un objetivo específico en mente, mientras que la investigación aplicada se lleva a cabo con el objetivo de resolver un problema o responder a una pregunta específica. La investigación pura es de naturaleza más exploratoria.
La investigación pura es impulsada por el interés o la curiosidad en las relaciones entre dos o más variables. Cuando una persona está interesada en aprender simplemente por aprender, está realizando una investigación pura. Por ejemplo, una persona interesada en los mercados financieros y el comportamiento de los inversores puede observar el mercado de valores para comprender mejor cómo se mueven los mercados. Este tipo de investigación generalmente no es rentable económicamente, pero puede proporcionar un catalizador para la investigación aplicada que conduce a futuros avances.
La investigación aplicada se utiliza para resolver un problema específico y práctico de un individuo o grupo. Este tipo de investigación se utiliza en un gran número de campos, incluidos la medicina, la educación, la agricultura y la tecnología. Los ejemplos de investigación aplicada incluyen estudiar el comportamiento de los niños para determinar la efectividad de varias intervenciones, investigar la relación entre la genética y el cáncer, o probar las aguas de un río para determinar qué tipos de contaminantes se están introduciendo en el suministro de agua municipal.