El dispositivo conocido como celda de combustible produce energía eléctrica al combinar hidrógeno y oxígeno. Funciona de manera similar a una batería, una celda de combustible convierte la energía química potencial del hidrógeno y el gas oxígeno en una carga eléctrica.
Dentro de una celda de combustible, un ánodo de hidrógeno se separa de un cátodo de oxígeno a través de una solución electrolítica. La reacción de los dos gases que se combinan para formar agua, H2O, crea un flujo de electrones. Esta electricidad puede ser aprovechada para el movimiento de poder. Las celdas de combustible son un combustible comúnmente propuesto para futuros automóviles ya que las celdas producen solo vapor de agua como emisiones.