La ciencia pura, también llamada ciencia básica o fundamental, tiene el objetivo de ampliar el conocimiento en un campo particular, sin tener en cuenta los usos prácticos o comerciales del conocimiento. En contraste, la ciencia aplicada pretende utilizar el conocimiento científico para aplicaciones prácticas, como curar enfermedades y desarrollar fuentes de energía limpia.
La mayoría del conocimiento científico que se enseña en las aulas de hoy es el resultado de los esfuerzos de la ciencia pura. La ciencia pura busca desarrollar y probar teorías sobre las leyes biológicas y físicas que gobiernan el mundo en el que vivimos. En lugar de ser impulsada por el impulso de resolver un problema específico, la ciencia pura está motivada por la curiosidad y el deseo de descubrir más sobre lo natural. mundo. Las nuevas teorías, conocimientos e ideas generadas por la ciencia pura tienen el potencial de alterar las maneras en que entendemos el mundo que nos rodea y nuestra relación con él.
La investigación básica se lleva a cabo hoy en cada campo científico. Actualmente, los científicos están realizando una investigación médica para comprender mejor cómo reaccionan las células del cuerpo a enfermedades como el cáncer, el Alzheimer y el Parkinson. Los científicos también están realizando ciencia pura para comprender mejor la estructura del genoma humano. La investigación científica pura en estos campos puede descubrir conocimientos que podrían tener aplicaciones prácticas importantes.
La ciencia aplicada utiliza el conocimiento obtenido a través de la ciencia pura para resolver problemas concretos. Al conducir la ciencia aplicada, los investigadores comienzan con un problema específico que les gustaría resolver. Los ejemplos de ciencias aplicadas incluyen ciencias médicas como microbiología médica y epidemiología genética, y ciencias formales como teoría de probabilidades y estadísticas. Otros ejemplos incluyen mecánica de fluidos, dinámica, cinemática, ciencias de la tierra, ingeniería física y estadísticas.
Si bien algunos científicos le dan más valor a la ciencia aplicada o a la ciencia pura, en realidad estos dos tipos de ciencia son inmensamente valiosos entre sí. Los investigadores que realizan ciencia aplicada confían constantemente en el conocimiento adquirido en su campo por la investigación científica pura para resolver problemas del mundo real.
El Proyecto Genoma Humano es un ejemplo de la relación beneficiosa entre la ciencia pura y la ciencia aplicada. En el proyecto, los investigadores mapearon el cromosoma humano para entender con precisión dónde se encuentra cada gen. Para lograr esto, los investigadores se basaron en décadas de investigación pura que se había realizado sobre el genoma humano. Esta base de investigación de ciencia pura ha permitido a los científicos realizar investigaciones aplicadas para encontrar tratamientos y curas para enfermedades dirigidas a genes específicos.
La investigación pura y la investigación aplicada están financiadas por los sectores público y privado. Las dos fuentes principales de financiamiento para la investigación científica son las corporaciones y el gobierno. Las corporaciones generalmente distribuyen fondos de investigación a través de los departamentos de Investigación y Desarrollo, mientras que la mayoría de los fondos del gobierno para investigación provienen de consejos de investigación y universidades especialmente designados. Las organizaciones sin fines de lucro y de beneficencia también financian una pequeña fracción de la investigación científica. En la mayoría de los campos, la investigación básica está financiada principalmente por fuentes gubernamentales, y la investigación aplicada está financiada principalmente por corporaciones privadas.