La diferencia más significativa entre la Edad Media y el Renacimiento fue el cambio de enfoque de la Iglesia y la comunidad católica al mundo secular y al individuo. Este cambio en las visiones del mundo llevó a desarrollos en el arte. La ciencia y el derecho que resultaron revolucionarios para el mundo occidental.
Durante la Edad Media, los eruditos eran principalmente sacerdotes y monjes, y estudiaban libros y arte antiguos para conocer su visión de Dios. Sin embargo, durante el Renacimiento, la riqueza derivada del aumento del comercio con Asia oriental proporcionó a los hombres seculares tiempo para estudiar a los antiguos, y se centraron en sus ideas sobre la humanidad. El punto de vista humanista alentado por estos estudios influyó en el arte, transformando retratos rígidos unidimensionales anteriores en obras vívidamente realistas que celebran la belleza del mundo. El humanismo también alentó a los estudiosos a cuestionar las enseñanzas religiosas cuando estaban en conflicto con los fenómenos observados, lo que condujo al desarrollo del método científico y una explosión de descubrimiento e invención. Los patrocinadores ricos comenzaron a financiar obras seculares con la misma frecuencia que financiaban las religiosas, buscando crear un legado en el mundo físico y asegurando un lugar en el más allá.
Los hombres del Renacimiento, enfocados en el desarrollo del individuo, adquirieron una gran habilidad en una amplia variedad de artes y ciencias. Los hombres con esta amplia gama de conocimientos fueron capaces de combinar el arte y la ciencia, logrando desarrollos más rápidos de lo que hubieran sido posibles. Leonardo da Vinci, por ejemplo, era un pintor y escultor experto, además de un científico, inventor e ingeniero innovador, y su Hombre de Vitruvio es un ejemplo de arte y ciencia que se unen en un solo concepto.