La Primera Guerra Mundial tuvo consecuencias de gran alcance en diversas áreas, pero la más destacada fue la casi destrucción de Alemania y la causa directa de la Segunda Guerra Mundial. Otras consecuencias incluyen la caída de El zar ruso y la pérdida de muchas colonias europeas en otros continentes. Finalmente, permitió que Estados Unidos ocupara su lugar en el escenario mundial de la geopolítica.
El Tratado de Versalles marcó el final formal de la guerra, pero una de las condiciones de la rendición fue que Alemania se responsabiliza por la guerra y paga todas las reparaciones. Esto hizo que el pueblo y el gobierno alemanes se sintieran resentidos y sufrieran hiperinflación. Adolf Hitler aprovechó estos sentimientos de resentimiento para formar una dictadura y anexar territorios como Polonia y los Sudetes.
Rusia experimentó una guerra casi total y sufrió la pobreza. La Revolución bolchevique derrocó con éxito a la familia real Romanov en 1917, dando lugar al gobierno de Vladimir Lenin y al establecimiento de un estado socialista.
Europa se vio envuelta en una guerra de desgaste de 1914 a 1918, perdiendo a la mayoría de los hombres adultos jóvenes y una gran cantidad de recursos. Esto facilitó que las potencias europeas perdieran el control de varias colonias. Mientras tanto, los Estados Unidos entraron tarde a la guerra, sufrieron relativamente pocas pérdidas y pudieron afirmarse como una potencia mundial.