La física tiene muchas aplicaciones de la vida real, y los principios de la física están en funcionamiento cada vez que alguien conduce un automóvil, levanta algo pesado o trata de mantenerse abrigado en el invierno.
Conducir un automóvil requiere una comprensión básica de los principios de la física, ya sea que el conductor esté consciente de ellos o no. Por ejemplo, el equilibrio de un automóvil cambia a medida que el automóvil acelera, desacelera o gira. Para mantener el automóvil en la carretera, el conductor debe anticipar estas fuerzas que actúan sobre el automóvil y realizar ajustes.
Tener una comprensión de la física también puede ayudar a una persona a levantar algo pesado. Por ejemplo, al usar una máquina simple como un plano inclinado o una palanca, una persona puede hacer que la carga sea más fácil de levantar. Los físicos estudian extensamente las máquinas simples y utilizan las lecciones que aprenden para hacer herramientas cada vez más eficientes.
Para mantener el calor en el invierno, las personas suben el calor o usan los principios de la física para entender cómo aprovechar mejor el calor que ya está en sus hogares. El calor fluye a través de medios conductivos, radiantes y convectivos; comprender las diferencias entre las tres formas permitirá a una persona aislar mejor una casa. Por ejemplo, al usar los ventiladores de techo de manera inteligente, alguien puede hacer que el flujo de calor por convección en una casa funcione en su beneficio.
