Dependiendo de la causa, el tratamiento para la inflamación de la retina puede incluir observación, gotas para los ojos, inyecciones o cirugía, según el Dr. John Kitchens en el sitio EyeSmart de la Academia Americana de Oftalmología. Las posibles causas de la inflamación de la retina incluyen diabetes, degeneración macular, oclusiones vasculares de la retina y tejido cicatricial en la retina.
El edema macular es una inflamación de la mácula, que se encuentra en el centro de la retina, explica EyeSmart. Se desarrolla cuando los vasos sanguíneos de la retina filtran líquidos. Los síntomas del trastorno incluyen visión central borrosa u ondulada, con colores que aparecen lavados. La pérdida de la visión puede variar de leve a grave, pero la mayoría de los pacientes mantienen una visión periférica normal. Si no se trata adecuadamente, los pacientes pueden experimentar una pérdida total de la visión.
Los médicos utilizan la tomografía de coherencia óptica y la angiografía con fluoresceína para diagnosticar el edema macular, según EyeSmart. La tomografía de coherencia óptica mide el grosor de la retina y detecta la inflamación, y las imágenes de angiografía con fluoresceína muestran si los vasos sanguíneos están goteando o no.
La cirugía láser focal puede controlar la pérdida de líquido en el ojo y reducir la inflamación de la retina, afirma EyeSmart. A partir de 2015, la terapia de inyección de medicamentos con anti-VEGF, o factor de crecimiento endotelial vascular, agentes y esteroides se muestra prometedora para mejorar el edema macular diabético. Además, controlar los niveles de azúcar en la sangre es un componente crucial del tratamiento del edema macular diabético. Las gotas oculares antiinflamatorias no esteroides se utilizan para tratar el edema macular cistoide, y algunos pacientes requieren gotas oculares con esteroides o inyecciones de esteroides.