Para tratar el dolor de un ataque de gota, un médico puede prescribir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, que generalmente son efectivos, según WebMD. Otros métodos para controlar el dolor incluyen la aplicación de un hielo Empaque varias veces al día durante aproximadamente media hora, elevando la articulación sobre una almohada y permitiéndole descansar, tomando más agua y siguiendo una dieta cuidadosa.
Un ataque de gota ocurre debido a una acumulación de exceso de ácido úrico alrededor de una articulación, explica WebMD. Los pacientes con gota a menudo aprenden a reconocer los signos de un ataque inminente. A la primera señal de un brote de gota, el paciente debe tomar el medicamento recetado por su médico. Un médico también puede recetar medicamentos para prevenir un brote de gota, pero algunos pacientes continúan teniendo ataques mientras sus cuerpos se ajustan al medicamento. Sin embargo, el médico puede cambiar la dosis o prescribir algo diferente si los ataques se convierten en un problema a largo plazo.
También hay cambios en el estilo de vida que pueden reducir los brotes de gota, informa WebMD. Beber mucha agua estabiliza la cantidad de ácido úrico y evita que se acumule en exceso. Algunos alimentos, como los mariscos, el hígado y ciertos vegetales, también pueden aumentar la acumulación de ácido úrico, al igual que las bebidas endulzadas con fructosa.