El tratamiento para el cáncer de hígado metastásico depende del sitio del tumor original, la cantidad de tumores en el hígado y si el cáncer se ha diseminado, según MedlinePlus. Las opciones de tratamiento incluyen cirugía, quimioterapia sistémica y varias terapias que se dirigen directamente a las células tumorales. Estos incluyen inyecciones de alcohol, quimioembolización, crioterapia y ablación por radiofrecuencia o microondas.
El alcohol, el calor y el frío matan las células cancerosas, por lo que los médicos administran estas terapias directamente en el hígado utilizando agujas o sondas largas, explica MedlinePlus. En la crioterapia, el médico inyecta un químico a través de la sonda que forma cristales de hielo y congela el tumor. En la ablación por radiofrecuencia o microondas, la energía térmica en forma de ondas de radio o microondas viaja a través de la sonda y destruye las células cancerosas. La quimioembolización es un proceso de dos partes en el que el médico primero inyecta un medicamento para matar el cáncer directamente en el tumor y luego inyecta otro químico para bloquear el flujo de sangre. El primer paso destruye las células cancerosas directamente, mientras que el segundo las elimina de oxígeno y nutrientes.
Los médicos también usan radioterapia de intensidad modulada para tratar el cáncer de hígado metastásico, informa el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering. Esta técnica utiliza imágenes 3D sofisticadas en una tomografía computarizada para mapear la ubicación exacta del tumor y luego varía la intensidad del haz de radiación para que se adapte a la forma del tumor. En algunos casos, los médicos también inyectan pequeñas piezas de oro en el tumor que actúan como marcadores visuales en la tomografía computarizada en una técnica conocida como radioterapia estereotáctica corporal.