El trabajo del núcleo es esencialmente actuar como el cerebro de una célula. El núcleo contiene el material de ADN de una célula. Debido a que alberga el ADN, el núcleo es responsable de las funciones regulares de la célula, como la administración y el procesamiento de la información.
El núcleo es el orgánulo central de una célula. En la mayoría de las células, es el organelo más grande. El núcleo contiene proteínas y ácidos que controlan la mayoría de las funciones de la célula. El ADN dentro del núcleo contiene la información necesaria que le indica a la célula cómo realizar su función, como hacer que una célula muscular funcione como una célula muscular en lugar de una célula de la piel.
El núcleo también controla la reproducción y el crecimiento de la célula. La mayor parte del ciclo reproductivo de una célula tiene lugar en el núcleo donde el ADN se replica para formar la nueva célula. De manera similar, el ADN dentro del núcleo controla la producción de proteínas y el metabolismo para que la célula pueda continuar trabajando según sea necesario.
El núcleo está protegido del medio ambiente de la célula por una membrana llamada envoltura nuclear. Sin embargo, esta membrana no es sólida y contiene poros y agujeros para que las moléculas puedan intercambiarse entre la estructura interna del núcleo y el resto de los componentes celulares.