Un compuesto está formado por dos o más átomos que están unidos químicamente. Los compuestos se pueden separar en componentes más pequeños a través de reacciones químicas. El agua es un ejemplo de un compuesto porque está hecho de átomos de hidrógeno y oxígeno.
Cuando los átomos se unen para formar un compuesto, no conservan sus propiedades atómicas. Por ejemplo, el hidrógeno es combustible, y el oxígeno soporta la combustión. Sin embargo, cuando estos átomos se combinan para formar agua, pierden estas propiedades. El agua no es combustible ni apoya la combustión.
Otros ejemplos comunes de compuestos son el dióxido de carbono, que consiste en átomos de carbono y oxígeno, y sal de mesa, que está hecha de átomos de sodio y cloro.