El azúcar no tiene un punto de ebullición exacto por sí mismo, ya que el azúcar no se derrite ni hierve, sino que se descompone. Hay puntos de ebullición cuando el azúcar se disuelve en agua. Sin embargo, esos no son números estáticos.
Cuando el azúcar se derrite, se carameliza. Sin embargo, en 2011, los científicos de la Universidad de Illinois demostraron que este cambio químico se descomponía en lugar de fundirse o hervir. Este descubrimiento fue importante para los fabricantes de dulces, ya que desarrollan nuevos métodos y recetas que incluyen azúcar.
El punto de ebullición del azúcar en el agua depende de factores, como la temperatura, la pureza y la presión. El punto de ebullición se puede calcular sopesando los porcentajes de estos factores.