Según el National Forensics Science Technology Center, un blanco de reactivo es un reactivo de control experimental que contiene todo el material en una muestra dada, excepto el componente que el experimento está diseñado para detectar. A menudo son utilizado en la detección y análisis de ADN. Los blancos de reactivos que contienen ADN anómalo también revelan una posible contaminación de la muestra experimental.
La contaminación es una preocupación importante en el análisis e investigación del ADN. El Centro Nacional de Tecnología de Ciencias Forenses explica que las fuentes de contaminantes comunes incluyen personal de laboratorio, otras muestras de ADN y ADN transferido a una muestra dada a través de una preparación experimental descuidada.
Otras fuentes de contaminación del ADN son las herramientas de laboratorio de plástico desechables y estériles utilizadas por muchas universidades y laboratorios forenses. Estas herramientas empaquetadas individualmente a veces contienen ADN de los trabajadores de la fábrica que empaquetaron las herramientas después de la esterilización inicial.
Los espacios en blanco para reactivos proporcionan una vía asequible y precisa para identificar el ADN exógeno y otras sustancias biológicas con el potencial de invalidar los resultados de la investigación. Además de un blanco de reactivo, los protocolos de análisis de ADN establecidos por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Oficina del Inspector General, estipulan que todas las pruebas de análisis de ADN deben incluir una muestra de control positivo y una muestra de control negativo. Las muestras de control positivo revelan ADN conocido y amplificadores de ADN, lo que demuestra la precisión de la prueba. Las muestras de control negativo incluyen solo amplificadores de ADN e indican contaminación si se ha producido.