Las tasas de supervivencia dependen de la forma de linfoma diagnosticada, de cuán avanzado está el cáncer cuando se diagnostica por primera vez y de otros factores de riesgo. Hay varias formas de linfoma, según la American Cancer Society. Estos incluyen la enfermedad de Hodgkin, el linfoma no Hodgkin, los linfomas de piel y la macroglobulinemia de Waldenstrom.
Linfoma es un término general para los cánceres que comienzan en los linfocitos, dice WebMD. Los linfocitos son las células que combaten las infecciones del sistema inmunológico y se encuentran en todo el cuerpo, pero se concentran en los ganglios linfáticos, el bazo, el timo y la médula ósea.
Cuando a un paciente se le diagnostica linfoma, se realizan pruebas para determinar hasta qué punto se ha propagado el cáncer desde su ubicación inicial, explica la American Cancer Society. Un sistema de estadificación describe el grado en que un cáncer se propaga, con números más bajos que indican una propagación menos extensa. En el linfoma no Hodgkin, si se encuentran células cancerosas solo en un ganglio linfático, el cáncer está en la etapa 1. En un paciente con linfoma no Hodgkin en etapa 4, las células cancerosas se han diseminado más allá del sistema linfático hacia órganos como el cerebro médula espinal o hígado. La enfermedad de Hodgkin y otras formas de linfoma se describen con sistemas de estadificación relacionados pero ligeramente modificados.
Aproximadamente el 90 por ciento de los pacientes diagnosticados con enfermedad de Hodgkin en etapa 1 o etapa 2 viven al menos cinco años después del diagnóstico inicial, informa la Sociedad Americana del Cáncer. Para aquellos diagnosticados con la enfermedad de Hodgkin en etapa 3, la tasa de supervivencia a cinco años se reduce a alrededor del 80 por ciento, y para los pacientes en etapa 4, cae a alrededor del 65 por ciento.
El pronóstico para los pacientes con linfoma no Hodgkin se complica por varios factores de riesgo adicionales. Sin embargo, el 69 por ciento de los pacientes diagnosticados con linfoma no Hodgkin sobreviven más de cinco años, y el 59 por ciento sobreviven al menos 10 años, informa la Sociedad Americana del Cáncer.