El principio de Arquímedes establece que cualquier cuerpo sumergido total o parcialmente en un fluido en reposo experimenta una fuerza ascendente o flotante igual al peso del fluido que desplaza. Esta ley física de flotabilidad era descubierto por el antiguo matemático griego Arquímedes, supuestamente mientras se estaba bañando.
El principio de Arquímedes tiene varias aplicaciones, una de las cuales es determinar la densidad y la gravedad específica. El principio también explica por qué los objetos flotan. Si el peso del líquido desplazado es igual al peso de un objeto, flota. Si el líquido desplazado pesa menos que el objeto, el objeto se hunde. Cuando un objeto pesa menos que el líquido que desplaza, como un globo lleno de helio, se eleva.
El principio de flotabilidad, que lleva el nombre del científico griego Arquímedes, es una ley de la física crítica para el diseño de barcos. Permite que el volumen de un objeto se calcule mediante la medición del volumen del fluido desplazado después de sumergir el objeto.
Cuando el peso del fluido desplazado es igual al peso de un objeto sumergido, el objeto flota. Por eso un barco de acero flota en el mar. Si el peso de un objeto es menor que el peso del fluido desplazado, como una bola sumergida, la fuerza de flotación igual al peso del fluido desplazado ejercerá una fuerza hacia arriba sobre el objeto.