Los científicos de la NASA creen que ningún organismo, humano o no, puede vivir en Júpiter. La alta presión atmosférica del planeta aplastaría a los humanos y casi a cualquier otro organismo, mientras que las temperaturas internas los derretirían. El planeta está compuesto principalmente de hidrógeno y helio, lo que hace que sus condiciones sean similares a las del Sol.
Además de los problemas de presión y temperatura, las naves espaciales hechas por el hombre corren el riesgo de sufrir daños por el campo eléctrico de Júpiter. La falta de una superficie sólida, aparte de un núcleo sólido teorizado, conduce a condiciones climáticas severas en el planeta, como la tormenta de siglos conocida como la Gran Mancha Roja. Aunque los científicos consideran que Júpiter es hostil a la vida humana, algunos consideran una de sus lunas, Europa, una posible hueste de vida.