La homeostasis es la capacidad de un organismo para mantener un ambiente interno constante y estable, incluso cuando cambia el ambiente externo. Los humanos mantienen la homeostasis en procesos como el control de la temperatura, la presión arterial y la respiración, así como Manteniendo un equilibrio en pH y electrolitos.
Las especies encajan en las clases de conformadores o reguladores. Los reguladores tienen la capacidad de mantener ciertos parámetros sin importar el ambiente. Los mamíferos que son reguladores mantienen una temperatura corporal constante en un amplio rango de temperaturas ambientales, al transpirar para proporcionar enfriamiento o aumentar el metabolismo para proporcionar calor. Las serpientes, que al igual que otros reptiles son conformistas en términos de temperatura corporal, se acuestan en las rocas cálidas por la mañana para aumentar su temperatura corporal. Esta adaptación de comportamiento les da cierto control sobre su entorno, pero no pueden mantener la homeostasis con respecto a esta función.
El sistema regulatorio autónomo, que mantiene la homeostasis, tiene un precio. Requiere energía en forma de alimento. Debido a que las serpientes no mantienen la temperatura corporal, pueden sobrevivir con una sola comida por semana, de acuerdo con Reference.com. En los organismos que mantienen la homeostasis, el envejecimiento afecta la capacidad del cuerpo para controlar el parámetro. En los seres humanos, esta pérdida de capacidad conduce a enfermedades, como diabetes, gota, deshidratación e hipoglucemia.