Según WebMD, mientras que la carrera se ha relacionado con el control de peso, la reducción del estrés, una mejor presión sanguínea y un mejor colesterol, las investigaciones indican que correr de más de dos a tres horas por semana está relacionado con una vida más corta. Alex Hutchinson de Runner's World respalda estos hallazgos en cierta medida, con el apéndice de que algunos estudios han descubierto un vínculo entre correr y aumentar la placa arterial.
Hutchinson afirma que estos estudios que demuestran que correr demasiado conduce a una peor salud son deficientes, con una mala recopilación de datos y sesgos que afectan los resultados. Señala que ninguno de estos estudios indica que correr corra peor en la salud, solo que los corredores no pueden revertir los malos hábitos alimenticios y los antecedentes familiares de enfermedades del corazón.
Los corredores que corren 2,5 horas por semana a un ritmo moderado ven la mayor cantidad de beneficios para la salud, y los atletas que corren largas distancias ejercen demasiada tensión y estrés en sus cuerpos, lo que lleva a una reestructuración del corazón.
Bill Bradley de GQ desmiente el mito de que correr demasiado daña las rodillas y provoca osteoporosis y artritis. Cuando la forma de correr es correcta, la pierna permanece bastante lineal. Con el tiempo, el cuerpo aprende a adaptarse y el impacto constante promueve el engrosamiento del cartílago en lugar del adelgazamiento.