En promedio, el cuerpo humano tarda aproximadamente de dos a tres horas en excretar un litro de agua a través de la vejiga. Esto depende de varios factores, incluida la absorción de agua, los componentes del agua, si está presente la deshidratación, la hora del día y la salud general de la persona.
El fluido no se absorbe tan bien por quienes experimentan una pérdida continua de líquido, como es el caso de la diarrea o el vómito. El agua pura pasa a través del cuerpo más rápidamente que el agua que contiene componentes, como las sales, que disminuyen su excreción. La deshidratación hace que el cuerpo retenga más agua para compensar la pérdida de agua. Cuando hay deshidratación, la producción de orina disminuye hasta que se consume suficiente agua para continuar su producción. La deshidratación puede ocurrir cuando se realiza un ejercicio extenuante, como practicar deportes al aire libre o cuando no se ha consumido suficiente agua. La hora del día afecta la producción de orina, que generalmente aumenta cuando la persona se despierta, asumiendo que bebe una cantidad igual de líquidos durante el día. Las personas sanas excretan agua más regularmente que aquellas con afecciones que afectan la producción de orina, como las enfermedades renales o cardíacas, en las cuales el agua se retiene en los tejidos en lugar de ser excretada.