La función renal baja, también conocida como enfermedad renal crónica, se trata con medicamentos que controlan la presión arterial alta, el colesterol alto, la anemia y la hinchazón, señala la Clínica Mayo. Los riñones de bajo funcionamiento que se encuentran al final La enfermedad renal en etapa requiere un trasplante de riñón o una filtración artificial de sangre mediante diálisis.
La enfermedad renal crónica produce una pérdida gradual de la función renal, según la National Kidney Foundation. Las personas con la enfermedad no pueden filtrar los productos de desecho y el exceso de agua que se acumula en la sangre. Los productos de desecho que se acumulan en la sangre producen síntomas que incluyen anemia, insomnio, presión arterial alta y calambres musculares.
El tratamiento específico elegido para tratar la enfermedad renal crónica depende de la causa subyacente de la enfermedad, señala la National Kidney Foundation. Si bien varias afecciones contribuyen a la enfermedad renal crónica, la diabetes y la presión arterial alta representan hasta dos tercios de los casos.
La enfermedad renal crónica causada por la presión arterial alta se trata con medicamentos, como los inhibidores de la enzima convertidora de agiotensina, los diuréticos y una dieta baja en sal, dice la Clínica Mayo. Los casos de enfermedad causados por la anemia se tratan con hormona eritropoyetina y suplementos de hierro. A veces se recomienda una dieta con menos proteínas para limitar la cantidad de desechos que los riñones deben eliminar de la sangre.