La fabricación de hidrógeno puro requiere una separación eléctrica, conocida como electrólisis, o una separación química con metal y un ácido a base de hidrógeno. La electrólisis utiliza una corriente directa que pasa a través del agua, que descompone el hidrógeno y el oxígeno según la polaridad del electrodo, y es el método preferido.
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Obtenga una fuente de corriente directa
Use una batería rectangular de 9 voltios, también llamada batería de transistor, y observe la polaridad en los terminales.
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Haz una solución de agua y sal
Disuelva 1 cucharada de sal de mesa en un galón de agua del grifo. La sal ayuda a conducir la electricidad, mejorando el resultado.
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Crea un sistema de recolección
Use una bandeja para hornear de vidrio o pan de cerámica y llénela con agua salada. Tome dos pequeños frascos de vidrio o tubos de ensayo y sumérjalos en el recipiente con agua. Invierta los frascos, asegurándose de que no haya aire atrapado dentro.
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Conecta la batería
Use dos cables y conecte uno a cada polo en la batería. Si es posible, use un cable aislado con plástico con aproximadamente 1 pulgada expuesta en cualquiera de los extremos.
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Inicia la electrólisis
Coloque el cable positivo debajo de una jarra y el cable negativo debajo de la otra. Se formarán burbujas en el cable expuesto y luego se elevarán. El electrodo positivo crea oxígeno, mientras que el electrodo negativo crea hidrógeno. Para detener el proceso, desconecte uno o ambos cables de la batería.
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Proceda con precaución
No coloque ambos electrodos debajo de un solo contenedor. Hacer esto crea una mezcla de oxígeno y gas hidrógeno, que puede explotar fácilmente.