Hay una serie de características que ayudan a distinguir los sapos de América del Este de las hembras de la misma especie. Las características más fácilmente identificables son el tamaño y la textura de la piel.
Los sapos del este de América son significativamente más grandes que los machos. También tienen una piel que se siente más áspera y llena de baches en comparación con los hombres. La variación de color también es una herramienta útil para identificar el género de un sapo. Por ejemplo, los machos suelen tener gargantas más oscuras. Durante la temporada de reproducción, la piel de la hembra a veces toma un tinte rojizo. También durante la temporada de reproducción, los sapos machos tienen áreas en sus pulgares, llamadas almohadillas nupciales, que se agrandan y oscurecen.