La fuerza electrostática, también llamada fuerza de Coulomb o interacción de Coulomb, se define como la atracción o repulsión de diferentes partículas y materiales en función de sus cargas eléctricas. La fuerza electrostática es una de las más básicas formas de fuerzas utilizadas en las ciencias físicas, y fue descubierto por un físico francés llamado Charles-Augustin de Coulomb en el siglo XVIII. Coulomb descubrió la fuerza electrostática después de realizar un experimento y usó el concepto de fuerza electrostática para describir la interacción de partículas y moléculas en un espacio determinado.
La interacción de las moléculas en un área a menudo es compleja y depende de varios factores. Mientras que su movimiento, velocidad, forma y tamaño se explican a través de otros términos en química y física, las interacciones de estas partículas basadas en la carga eléctrica se describen con fuerza electrostática. Para que exista una fuerza electrostática, dos o más moléculas deben estar presentes. La mayoría de las partículas contienen cargas eléctricas positivas o negativas, y el tipo de carga que poseen desempeña un papel clave en la determinación de su probabilidad de atraer o repelerse entre sí. En objetos más grandes, también interactúan otras fuerzas como la fuerza nuclear, la fuerza magnética y la forma de la gravedad. La fuerza nuclear puede crear fuertes enlaces entre los átomos, mientras que la gravedad y las fuerzas magnéticas empujan los objetos a lo largo de largas distancias.