La eliminación adecuada de la basura en el hogar y la comunidad es una forma de reducir la contaminación del agua. Basura, desechos de mascotas y otros escombros en las calles pueden eventualmente desembocar en lagos y ríos a través de canaletas y desagües pluviales.
Los productos como pintura, aceite, productos químicos para piscinas, anticongelantes e insecticidas contienen productos químicos que pueden ser peligrosos y entran al suministro de agua. Algunos departamentos de saneamiento pueden recolectar o reciclar desechos domésticos peligrosos.
Mantener los sistemas sépticos y de alcantarillado en buen estado también reduce la contaminación del agua. Los propietarios de viviendas deben inspeccionar sus sistemas sépticos cada 3 a 5 años. También deben evitar el lavado de productos no degradables, como pañales y bolsas de plástico, ya que estos pueden dañar los sistemas de alcantarillado y contaminar el suministro de agua.