El reciclaje reduce la contaminación al reducir la cantidad de desechos que se acumulan en los vertederos y el desorden que ensucia las calles, parques, caminos, ríos y lagos. Los desechos sólidos que terminan en los vertederos causan contaminación del aire En forma de emisiones de gas metano. Reciclar más residuos reduce la cantidad de metano que se escapa en el aire. El reciclaje también reduce la producción de recursos vírgenes cuyo proceso contribuye a la contaminación.
Cuando los productos como el vidrio, el papel, el plástico, la madera y los metales se desechan y se dejan pudrir en un vertedero, su presencia provoca un aumento de la contaminación. Del mismo modo, la basura que es arrojada al suelo por peatones y automovilistas aumenta la contaminación. Los desechos se dispersan y se convierten en una amenaza para la vista y para el medio ambiente.
Recuperar las calles, los parques, las autopistas y los canales de la ciudad de la contaminación generada por la basura y los escombros es una de las principales prioridades para la mayoría de las ciudades de los Estados Unidos. La contaminación debe controlarse constantemente para que no se salga de control y se vuelva demasiado destructiva para el medio ambiente. Cuando las personas son descuidadas con la basura, su comportamiento puede arruinar la tierra y las vías fluviales importantes.
En un mundo cada vez más poblado, el reciclaje es crucial para evitar una mayor expansión de vertederos tóxicos que amenazan el delicado equilibrio del ecosistema. Apoye al planeta separando los materiales reciclables en contenedores o llevando los materiales a los centros de reciclaje.