En general, el hemisferio izquierdo del cerebro controla la escritura, explica la Clínica Mayfield. También controla el habla, la comprensión y la aritmética. Además, es dominante en el uso del lenguaje y las manos en alrededor del 92 por ciento de las personas.
La Clínica Mayfield elabora que los hemisferios cerebrales están compuestos por distintas fisuras, que dividen el cerebro en lóbulos. Tanto el hemisferio izquierdo como el derecho tienen cuatro lóbulos: el lóbulo frontal, temporal, occipital y parietal. Los lóbulos se dividen en regiones que cumplen funciones particulares. Tienen relaciones complejas y no funcionan solas. El lóbulo frontal es responsable de controlar el habla, lo que implica escribir y hablar. También controla la personalidad, el comportamiento y las emociones; resolución de problemas, juicio y planificación; Inteligencia, autoconciencia y concentración, y movimiento corporal. El hemisferio izquierdo del cerebro se conoce como el hemisferio "dominante". Por otro lado, el hemisferio derecho juega un papel importante en el procesamiento espacial e interpretación de la información visual.
Según la Facultad de Salud Pública y Profesiones de Salud de la Universidad de Florida, los hemisferios cerebrales trabajan juntos para almacenar recuerdos, emitir juicios, formular pensamientos y aprender nueva información. Los lóbulos parietales también desempeñan un papel clave en el lenguaje y el habla, incluyendo la escritura, la lectura, el cálculo de números y la realización de acciones hábiles aprendidas. Las neuronas en el cerebro son responsables de almacenar y procesar la información.