Durante la fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono y agua, desmontan las moléculas y las convierten en azúcar y oxígeno. Las moléculas de agua se dividen en hidrógeno y oxígeno, y el hidrógeno se une al dióxido de carbono para crear azúcares El exceso de oxígeno se libera a la atmósfera durante el ciclo de respiración.
Dentro de los cloroplastos de las plantas verdes hay pares de estructuras llamadas grana y estroma. Cuando la luz incide en la clorofila, la energía se captura y se envía a la grana, donde se utiliza para dividir las moléculas de agua. El resto de la energía fluye hacia el estroma, donde crea moléculas de azúcar. Estos carbohidratos se transportan a las células de la planta, mientras que el exceso de oxígeno y los subproductos de vapor de agua se eliminan del sistema de la planta.
Las plantas producen una enorme cantidad de oxígeno, y los científicos creen que la evolución de las plantas es lo que le dio a la Tierra el oxígeno en su atmósfera en primer lugar. Además, muchas especies de plantas filtran no solo el dióxido de carbono, sino también moléculas dañinas como el benceno, el tolueno y el formaldehído del aire. La combinación correcta de plantas de interior podría permitir a un ser humano sobrevivir en un entorno completamente sellado, o ayudar a mejorar la calidad del aire y reducir los contaminantes en un hogar normal.