La clorofila es un pigmento que se encuentra en los cloroplastos de las plantas y que absorbe las longitudes de onda de la luz requeridas para convertir el agua y el dióxido de carbono en energía química durante la fotosíntesis. Membranas tilacoides de los cloroplastos. Puede haber varios cientos de moléculas de clorofila por fotosistema.
Un pigmento es una molécula que absorberá un rango específico de longitudes de onda de luz mientras refleja aquellas que no están incluidas. El pigmento clorofila a, uno de los dos tipos de clorofila que se encuentra en las plantas, absorbe la luz principalmente a la longitud de onda de 430 nm (azul) y, en menor medida, a la longitud de onda de 662 nm (rojo). La clorofila a absorbe la luz de manera deficiente en el espectro electromagnético ocupado por el color verde, por lo que se refleja hacia atrás y le da a los tejidos de las plantas que contienen el pigmento su aspecto verde.
Debido a que contiene una cadena de fitol soluble en grasa, la clorofila puede permanecer incrustada dentro de una membrana lipídica. La porción de la estructura de clorofila que se extiende más allá de la membrana es la parte que absorbe la energía de la luz. Un anillo de porfirina sirve como la parte central de una molécula de clorofila. Consiste en un ion de magnesio rodeado por anillos fundidos de nitrógeno y carbono. Esos organismos, como las plantas, que usan clorofila para la fotosíntesis representan la fuente de casi todo el oxígeno (O 2 ) que se encuentra en la atmósfera de la Tierra.