El obelisco egipcio, conocido como el Tajen en el antiguo Egipto, simboliza un rayo petrificado que penetra en las nubes y dispersa las fuerzas negativas que se acumulan en forma de tormentas. La palabra "obelisco" en griego El lenguaje se refiere a un diente para asar e indica protección, defensa y estabilidad. Un obelisco también tenía un significado fálico y era considerado sagrado. Pan, el dios de la sensualidad, fue representado a menudo como un obelisco.
Los obeliscos eran pilares monolíticos afilados, típicamente erigidos en pares y colocados cerca de templos para protegerlos del daño, así como para honrar al dios solar RA. Los egipcios creían que los rayos solares tenían un inmenso poder que seguía a una persona hasta la tumba y tenía el potencial de provocar la resurrección.
Se construyó un obelisco de una sola pieza de piedra, generalmente granito rojo de las canteras de roca de Aswán. Cada obelisco fue construido de dos partes: el cuerpo y el pirámide. El pirámide simbolizaba los rayos del sol, y la parte superior estaba cubierta de oro, que era un metal que personificaba la "carne de los dioses". Un obelisco tradicionalmente contenía inscripciones en los cuatro lados, y muchos también estaban tallados con jeroglíficos. Las versiones anteriores de los obeliscos eran estructuras menos elaboradas conocidas como piedras "benben", pero aún estaban rematadas con la forma de ión pirámide y permanecían en honor del dios sol.