La predicción de inundaciones requiere un análisis complicado no solo de los potenciales de lluvia, sino también del estado hidrológico del área de la cuenca, los niveles actuales de ríos y arroyos y los niveles de humedad del suelo. fuertes lluvias y escorrentía inadecuada o inundaciones más severas debido a los niveles de mareas o ríos que inundan un área.
Siempre que cae lluvia, el suelo absorbe la humedad hasta que se satura. El exceso de agua se escurre cuesta abajo, fluyendo hacia arroyos y ríos. La tasa de absorción y escorrentía depende de una serie de factores, incluidos la vegetación y el desarrollo urbano. Cuando se pronostica lluvia intensa para un área, los meteorólogos deben considerar todos estos factores para estimar el efecto de la lluvia y si el potencial de escorrentía natural de la cuenca es suficiente para lidiar con la humedad adicional.
Los episodios repetidos de lluvia intensa pueden inundar una cuenca hidrográfica, elevando los niveles del río y la vía fluvial hasta el punto en que la mayor cantidad de lluvia hace que se desborden. De manera similar, una lluvia intensa puede hacer que el agua se acumule más rápido de lo que corre, causando inundaciones repentinas locales en áreas bajas. Estas inundaciones pueden ser particularmente peligrosas porque los residentes pueden ser menos cautelosos ante el potencial de inundación cuando no viven cerca de un cuerpo de agua.