La infiltración, como ocurre en el ciclo del agua, es el proceso por el cual el agua en la parte superior del suelo ingresa al suelo. La infiltración es necesaria para el sostenimiento de la vida vegetal. Parte del agua que no utilizan las plantas se adentra en el nivel del agua subterránea.
La tasa de infiltración es la velocidad a la que el suelo absorbe el agua, ya sea de la lluvia o del riego. La rapidez con la que se absorbe el agua depende del tipo de suelo sobre el que cae, la cantidad de agua que ya tiene en ella y la intensidad de la lluvia o el proceso de riego. Cuando el suelo está demasiado saturado, no se produce la infiltración.