Un sello nada empujándose hacia adelante con sus aletas traseras y ondulando la parte inferior de su cuerpo como un pez. Mientras tanto, sostiene sus aletas delanteras contra sus lados para nadar rápidamente o las utiliza para estabilizarse sí al nadar lentamente.
Un sello tiene cuatro extremidades cortas que terminan en aletas largas. Las aletas son palmeadas y actúan como remos o paletas para ayudar a mover el sello de manera más eficiente a través del agua. Sus aletas delanteras vienen equipadas con garras para darle mejor tracción sobre el hielo. Un sello se mueve más torpemente en tierra, deslizándose a través de transferir su peso de su pecho a su pelvis. Este modo de andar es mucho menos torpe en el hielo.
Un sello también está equipado con una capa gruesa de grasa para aislarlo del frío, una característica que es particularmente importante para aquellas especies que viven en el Ártico y en la Antártida. Una capa gruesa atrapa el aire mientras el sello está en el agua, agregando una capa protectora adicional al animal. Si el sello se sobrecalienta, levanta sus aletas delanteras fuera del agua para que el calor pueda escapar de los vasos sanguíneos. A pesar de ser un mamífero, una foca se zambulle y nada con facilidad y pasa la mayor parte de su vida en el océano. Sin embargo, sí pasa tiempo en la tierra para dar a luz.