Neuroscience for Kids indica que fumar afecta el sistema nervioso al causar un aumento en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración, así como la constricción de las arterias y la estimulación del sistema nervioso central. La exposición prolongada al tabaco produce adicción y dependencia, y también aumenta los riesgos de que una persona contraiga cáncer.
El humo del tabaco contiene nicotina, que se adhiere a pequeñas partículas de alquitrán y llega a los pulmones, explica Neuroscience for Kids. Los pulmones absorben la nicotina rápidamente, lo que permite que la nicotina llegue al cerebro aproximadamente ocho segundos después de que una persona inhala humo de tabaco. La nicotina llega al sistema nervioso central en alrededor de tres a cinco minutos cuando se mastica el tabaco. Los cigarrillos americanos generalmente consisten en 9 mg de nicotina; sin embargo, gran parte de esta nicotina se quema, lo que hace que un fumador absorba alrededor de 1 mg de nicotina en cada cigarrillo.
Neuroscience for Kids dice que la nicotina actúa en los sistemas nerviosos central y periférico, y puede ser estimulante o relajante según el estado de ánimo y la dosis de una persona. Los fumadores se vuelven adictos y dependientes después de una exposición prolongada al tabaco y la nicotina. La teoría predominante sobre cómo los resultados de la nicotina en la adicción y la dependencia es que la nicotina afecta las vías límbicas en el cerebro que utilizan el neurotransmisor dopamina, lo que provoca algunas de sus propiedades adictivas.