Marco Polo cambió el mundo escribiendo un libro sobre sus viajes desde Venecia a la corte de Kublai Khan en China. Su relato de sus viajes inspiró a otros aventureros, como el explorador Cristóbal Colón, que siempre llevaba una copia del libro de Polo. Los mapas que trajo ayudaron a desarrollar la cartografía europea, e introdujo en Europa las innovaciones chinas, tales como papel moneda, carbón, lentes y un servicio postal.
El padre y el tío de Polo, que eran comerciantes, viajaron por primera vez al Imperio mongol de Kublai Khan en 1260. Kublai los envió con instrucciones de regresar con 100 sacerdotes. Aunque el Papa no envió a los sacerdotes, cuando el padre y el tío de Polo regresaron a Oriente, se llevaron a Marco, de 15 años, con ellos. Primero viajaron al actual Israel, y luego se abrieron camino por tierra a través de desiertos y montañas a lo largo de la ruta que luego se convertiría en la Ruta de la Seda. Les llevó tres años llegar al palacio de verano de Kublai Khan, Xanadu. Kublai empleó a Marco como recaudador de impuestos y enviado especial, lo que le permitió explorar vastas partes del imperio mongol. Después de 17 años en la corte de Kublai Khan, los Polos regresaron por mar a Persia, escoltando a una princesa mongol que se iba a casar con un príncipe persa.
Después de regresar a Venecia, Marco fue capturado en batalla y encarcelado en Génova. Allí conoció a otro prisionero llamado Rustichello que era escritor. Rustichello ayudó a Marco a redactar un libro sobre sus viajes llamado "Descripción del mundo", también conocido como "Los viajes de Marco Polo".