El objetivo de Marco Polo al viajar a China era ayudar a su padre y su tío a cumplir la tarea que Kublai Khan les había dado de traer de vuelta a algunos sacerdotes cristianos y aceite santo. Su objetivo al escribir sobre sus viajes era educar a los europeos contemporáneos sobre China y otras tierras del este.
Niccolo Polo, el padre de Marco, y Maffeo Polo, su tío, abandonaron Venecia cuando Marco era un bebé, dejándolo criado por sus familiares. Viajaron al este a China, donde Kublai Khan les dio instrucciones de entregar una carta al Papa solicitando un poco de aceite del Santo Sepulcro y 100 sacerdotes para enseñar al pueblo chino sobre las costumbres occidentales y el cristianismo. Cuando regresaron a Venecia, Marco tenía unos 15 años y le permitieron que los acompañara en su viaje de regreso. Sólo tuvieron un éxito parcial en el cumplimiento de este objetivo. Se les dio dos sacerdotes en lugar de 100, y los sacerdotes se volvieron debido al miedo antes de llegar a China. Los Polos, sin embargo, obtuvieron petróleo de Jerusalén, que llevaron consigo.
El segundo objetivo de Marco, al escribir sobre las tierras del este, fue más exitoso. Después de un viaje de 23 años, regresó a Venecia. Mientras se encontraba en una prisión en Génova, conoció a un escritor llamado Rustichello da Pisa, quien lo ayudó a compilar un relato de sus aventuras. Este libro, "La descripción del mundo", también conocido como "Los viajes de Marco Polo", influyó en muchos otros exploradores y aventureros. Por ejemplo, Cristóbal Colón siempre llevaba una copia del libro de Marco Polo en sus viajes de exploración.