WebMD describe la creatina como una sustancia que ayuda a producir trifosfato de adenosina o ATP, que proporciona la energía del cuerpo para las contracciones musculares. Aunque se produce naturalmente en el cuerpo, también está disponible a través de carne, pescado y varios suplementos atléticos para mejorar el rendimiento físico. La creatina actúa tirando agua hacia los músculos, aumentando la síntesis de proteínas. Los estudios han demostrado que cuando se combina con el ejercicio, la creatina hace que las fibras musculares crezcan.
Brittany Risher for Men's Health escribe que la creatina se considera segura de usar. La evidencia apunta a que la creatina ayuda en períodos cortos de actividad física, pero parece tener poco efecto para los atletas de resistencia.
WebMD advierte que aunque el riesgo de efectos secundarios es raro, el exceso de dosis puede provocar aumento de peso, cólicos, diarrea, dolores de cabeza y problemas renales. Este último es particularmente importante para los profesionales de la salud, que no recomiendan que las personas con enfermedad renal o hepática tomen creatina. Ciertos medicamentos como la cafeína y otros estimulantes pueden aumentar el riesgo de experimentar estos efectos secundarios negativos. La creatina siempre debe tomarse con abundante agua para prevenir la deshidratación.
A pesar de su popularidad, Risher no sugiere que las personas tomen creatina a menos que realmente la necesiten, especialmente los niños menores de 18 años. La creatina puede hacer que las personas se esfuercen demasiado, rompiendo sus músculos, lo que puede provocar un daño permanente.