Constantino cambió Roma al establecer una nueva capital, que llevó a la caída de Roma, y cambió la forma en que las personas reaccionaban y percibían el cristianismo. Constantino también contribuyó a nuevas ideas con respecto a Jesús y el derecho canónico temprano.
Una de las primeras cosas que Constantino hizo que cambió Roma fue crear una nueva capital, Constantinopla. Esta nueva ciudad ayudó a Constantinopla a difundir una clase dominante cristiana a través de la tierra. Sin embargo, el establecimiento de Constantinopla finalmente dividió el imperio romano en dos, con una mitad oriental y occidental. Esta división llevó a la eventual caída del Imperio Romano, con la mitad occidental del Imperio Romano cayendo aproximadamente 1000 años antes de la mitad oriental.
Constantino también cambió la forma en que el público veía el cristianismo. Su conversión movió al cristianismo de una religión que merece persecución a una religión aceptada. No solo puso fin a la persecución de los cristianos, estableció al cristianismo como la religión oficial de la tierra.
En el Concilio de Nicea, Constantino ayudó a resolver el asunto de la relación de Jesús con Dios, que resolvió el problema de la divinidad de Jesús. Constantino contribuyó a algunos cambios dentro de la Biblia, así como al establecimiento de ciertos días festivos religiosos, como la Pascua. También ayudó a popularizar el derecho canónico temprano, lo que lo ayudó a gobernar.