¿Cómo cambia la materia?

La materia cambia a través de dos procesos: un cambio físico o un cambio químico. Los cambios físicos conservan la identidad fundamental de una sustancia sin modificar su composición, mientras que los cambios químicos alteran la materia a otra forma que tiene un conjunto de diferentes propiedades de la sustancia original.

La materia se define tradicionalmente como cualquier cosa que ocupa espacio y exhibe masa en reposo, o inercia. Los tres estados comunes de la materia incluyen sólidos, líquidos y gases. La materia se clasifica e identifica en función de su composición y propiedades. La composición de la materia pertenece a sus constituyentes separados, mientras que sus propiedades están relacionadas con las características distintivas manifestadas por las diferentes fases de la materia. En general, toda la materia posee propiedades físicas y químicas.

Los atributos físicos de la materia son intensivos o extensos. Las cualidades intensivas, como el color, la densidad, el brillo y la conductividad, son independientes de la cantidad de materia. Los rasgos extensos, como la masa, la longitud y el volumen, varían con respecto a la cantidad de materia. Las propiedades químicas, incluido el calor de combustión, los niveles de pH y la fuerza electromotriz, permiten que la materia experimente reacciones químicas que alteran su organización interna.

Cuando se produce un cambio físico, solo se modifica la fase o el estado de la materia. La congelación del agua, la fusión del hielo y la disolución del azúcar en agua son ejemplos de cambios físicos. Mientras tanto, un cambio químico implica la ruptura o formación de enlaces químicos, que reestructuran la composición atómica de la materia. Algunos ejemplos de cambios químicos incluyen la quema de gasolina, el aumento del pan y el agrietamiento de la leche.