La luz solar es uno de los dos factores climáticos más importantes para los ecosistemas, según expertos de la Extensión de la Universidad de Illinois. La exposición a la luz solar también ayuda a los humanos a sintetizar la vitamina D, que ayuda a que los sistemas muscular, esquelético y nervioso funcionen correctamente.
Algunas especies producen su propio alimento al convertir la energía de la luz solar en compuestos orgánicos, de acuerdo con About.com. La cantidad de luz que recibe una planta tiene un efecto directo sobre el crecimiento de la planta, mientras que la duración de la exposición a la luz solar afecta el comportamiento de los insectos y animales en un ecosistema. La luz solar también desempeña un papel importante en la regulación de la temperatura de un ecosistema.
Los seres humanos sintetizan la vitamina D cuando están expuestos a los rayos ultravioletas cortos de la luz solar. La cantidad de fotones UVB absorbidos por la piel determina la cantidad de vitamina D que se sintetiza. La ropa, el uso de protector solar y la cantidad de melanina en la piel afectan el número de fotones absorbidos. El cuerpo produce inicialmente una forma de vitamina D llamada vitamina D-3, pero una parte se convierte en 25-hidroxivitamina D por el hígado, los riñones y otros tejidos. El cuerpo humano utiliza la vitamina D para transmitir los impulsos nerviosos de los músculos, mantener los niveles normales de fósforo y calcio y desarrollar huesos fuertes.