Entre 1948 y 1994, el apartheid causó la segregación en Sudáfrica, lo que creó la desigualdad entre blancos y negros. Un gobierno blanco tomó el control del país en 1948, obligando a los negros a usar instalaciones separadas.
Aunque la segregación estaba presente en la sociedad sudafricana antes del inicio del apartheid, el apartheid se convirtió oficialmente en ley en 1950, cuando el gobierno sudafricano prohibió los matrimonios entre los sudafricanos negros y blancos. La Ley de Registro de Población de 1950 siguió poco después, y reforzó la segregación al exigir que todos los sudafricanos se registren según la raza. La legislación, que clasificaba a las personas como blancas, de color, mestizas o asiáticas, dividía a las familias, ya que algunos padres podían clasificarse como blancos mientras que sus hijos se consideraban mestizos o negros. Después de que se crearon las primeras leyes de apartheid en 1950, siguieron varias leyes sobre la tierra y se extendió la segregación hacia la propiedad. Estos actos sobre la tierra confirieron el control de más del 80 por ciento de las tierras en Sudáfrica a los blancos, que eran por número el grupo minoritario en Sudáfrica. Los lugares públicos también se dividieron entre las razas, y se pidió a los negros que llevaran pases especiales que les dieran permiso para acceder a las áreas dedicadas como zonas blancas. A los no blancos se les dio muy poco poder para formar uniones y se prohibió a los negros participar en el gobierno nacional.
Los comienzos del apartheid
El apartheid se remonta a la Ley de Tierras de 1913, que se promulgó varios años después de que Sudáfrica se independizara. La Ley de Tierras confinó a los negros a las reservas y les negó el derecho a trabajar como aparceros. Varios eventos mundiales, incluyendo la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, reforzaron las prácticas segregadas del gobierno sudafricano. El apartheid se generalizó en 1948, cuando el Partido Nacional Afrikaner ganó las elecciones nacionales. Su lema era "apartheid", que significa "separación". El Partido Nacional Afrikaner hizo campaña por la separación de blancos y negros, y promulgó políticas que limitaban la participación de los negros en los roles de poder. Además de separar a los negros y los blancos, el Partido Nacional Afrikaner separó a todas las razas no blancas entre sí.
Efectos del apartheid
Siguiendo los pasos de la práctica de segregación del Partido Nacional Afrikaner, el Dr. Hendrik Verwoerd, quien se convirtió en el primer ministro de Sudáfrica en 1958, instituyó leyes aún más restringidas para hacer cumplir la separación de negros y blancos. Una de sus políticas se llamó "Desarrollo separado", que colocó a los negros en las áreas designadas como patrias bantúes. Estas patrias fueron declaradas entidades autónomas, y su designación como tal permitió que el gobierno blanco negara la presencia de una mayoría negra. Los negros se vieron obligados a mudarse de sus hogares a las tierras de origen. Sus propiedades fueron vendidas a precios inferiores al valor de mercado a los blancos. Las políticas de tierras posteriores empeoraron la situación para los sudafricanos negros. Entre 1961 y 1994, el gobierno blanco obligó a más de 3,5 millones de sudafricanos negros a mudarse de sus hogares. Los ciudadanos desplazados fueron reubicados a la fuerza a las patrias bantúes.
Aunque el apartheid terminó oficialmente en 1994, sus efectos aún persisten. La nación ya no tiene políticas de apartheid, pero la desigualdad todavía existe entre los blancos y otros grupos minoritarios. Los hogares negros, por ejemplo, tienen un ingreso anual promedio que es aproximadamente seis veces más bajo que el ingreso de los hogares blancos. Un documento que el gobierno promulgó recientemente para reducir la desigualdad es el Plan Nacional de Desarrollo, cuyo objetivo es erradicar la pobreza y eliminar la desigualdad para 2030.