Los tsunamis afectan a la Tierra de varias maneras: en la tierra, causan la interrupción del hábitat, inundan y alteran los paisajes, y producen corrientes de resaca peligrosas y mortales en el mar. El alcance de los daños causados por los tsunamis varía según El tamaño de la tormenta y la ubicación del aterrizaje. Los tsunamis pueden causar grandes inundaciones en áreas de tierras bajas y alterar los cursos de agua naturales, cambiando la forma y el flujo de los ríos y arroyos.
Los tsunamis se forman en aguas tropicales. Generan fuertes corrientes antes de tocar tierra, que aumentan en velocidad y fuerza a medida que avanzan hacia la orilla. Tsunamis se forman a partir de grandes terremotos subterráneos en el océano. Estos terremotos generan olas más pequeñas pero poderosas antes de los tsunamis. El movimiento enérgico de estas olas también cambia el paisaje debajo de la superficie del agua, destruyendo los arrecifes de coral, arrancando la vegetación acuática y desplazando organismos a medida que se acercan a la costa.
Después de estrellarse, los tsunamis crean impactos devastadores. Se llevan la vida de los humanos y los animales, y con frecuencia generan cantidades sustanciales de escombros. Los tsunamis causan importantes trastornos económicos además de crear un impacto ambiental. Interrumpen los medios de vida de los pescadores, los navegantes y otros que dependen de las actividades marítimas para obtener ingresos. Los tsunamis también impactan la producción agrícola de las áreas costeras al tocar tierra. Traen cantidades excesivas de sal a la costa, lo que a su vez altera la composición de los suelos costeros y, a menudo, inhibe el crecimiento.