La desviación primaria se refiere a un comportamiento incompatible con las normas y normas sociales que las personas realizan durante cortos períodos de tiempo. La desviación primaria aparece en las sociedades de todo el mundo y se expresa como violaciones menores. Esta conducta desviada puede acompañar una etapa de crecimiento, como la adolescencia, y termina rápidamente, a menudo sin que la sociedad asigne la etiqueta de desviación a los individuos que participan en actividades desviadas primarias.
Los psicólogos asocian la desviación primaria con la teoría del etiquetado, que se refiere a las razones para aplicar las etiquetas a los miembros y grupos en las sociedades y los impactos de esas etiquetas. El desarrollo de la desviación primaria se remonta a la década de 1950, que también vio el surgimiento de una segunda categoría de desviación, llamada desviación secundaria. De los dos tipos de conducta desviada, los investigadores consideran la desviación primaria más transitoria y benigna. Los individuos que participan en la desviación primaria se consideran conformistas de la sociedad, y la sociedad corresponde a esos sentimientos. La desviación secundaria se refiere a la rebelión sostenida, donde las personas y los grupos realizan continuamente comportamientos socialmente inaceptables como parte de una identidad grupal o para protestar por ciertos aspectos de la sociedad. Algunos investigadores sugieren que la desviación secundaria se desarrolla después de la aplicación de una etiqueta negativa a las personas y grupos que realizan actividades de desviación primaria. La aplicación pública de etiquetas negativas, sugieren, hace que sea más probable que las personas continúen realizando actividades desviadas.