La selección natural es el proceso mediante el cual se diseminan variaciones útiles en las poblaciones a costa de variaciones neutrales o dañinas. El proceso mejora la posibilidad de que mutaciones beneficiosas sobrevivan a las generaciones venideras, y tiende a eliminarse. los rasgos menos deseables.
La selección natural es el mecanismo clave de la teoría de la evolución. Las poblaciones tienden a producir más descendientes de los que podrían sobrevivir con los recursos disponibles para ellos. Algunos miembros de cada generación sucumben a la enfermedad, a los depredadores o al hambre. Otros viven hasta la edad adulta, pero no se reproducen por una variedad de razones. Otros más son inusualmente exitosos y dejan un número desproporcionado de progenie. El éxito o fracaso relativo de un organismo puede deberse en parte a la suerte, pero la fuerza motriz que determina si ciertos rasgos se vuelven más o menos comunes es el efecto de clasificación de la selección natural.
Cualquier variación individual es improbable, en sí misma, de ser positiva o negativa. La aptitud inclusiva de un rasgo determinado genéticamente es útil para el organismo en un entorno determinado o un impedimento. Los rasgos de impedimento son dañinos y tienden a inhibir la reproducción. Los genes que causan rasgos de impedimento se vuelven menos comunes en cada generación subsiguiente antes de desaparecer por completo. Sin embargo, los genes que ayudan a la supervivencia y la reproducción se ven favorecidos por la selección con representación cada vez mayor, hasta que cada miembro de la población tenga el gen exitoso.