Los paramecios pertenecen al protozoo del phylum, que cae en el reino Protista. Los paramecios se consideran protozoos de rango libre que generalmente son muy pequeños. Existen ocho especies de paramecio, que varían en apariencia pero comparten las características de ser organismos unicelulares que están cubiertos con diminutos pelos delicados llamados cilios.
Los paramecios residen principalmente en ambientes acuáticos. Algunos viven en océanos y mares, mientras que otros habitan lagos, ríos y arroyos. Estos organismos están equipados con cilios para facilitar la vida en lugares acuosos. Los cilios actúan esencialmente como timones para ayudar a impulsar a los organismos a través del agua. También sirven como utensilios integrados y permiten que el paramecio obtenga e ingiera partículas de alimentos.
Los paramecios tienen surcos orales en sus superficies ventrales, que se ejecutan en diagonal a la boca y las gargantas. Las gargantas de paramecio son relativamente grandes y ayudan a la digestión al transformar las partículas de alimentos en vacuolas, que son pequeños sacos de almacenamiento. Paramecia puede tener dos o tres vacuolas contráctiles, que se expanden para acomodar los alimentos y ayudan a regular el contenido de agua dentro de las células. Algunas vacuolas también sirven como estructuras excretoras, al eliminar el desecho metabólico.
Los paramecios tienen dos núcleos, al igual que la mayoría de los protozoos. Estos núcleos contienen información genética que se almacena y replica en la descendencia durante la reproducción. Los macronúcleos, el mayor de los dos núcleos, permiten que los paramecios sobrevivan, mientras que los micronúcleos permiten la reproducción.