Los coyotes son altamente adaptables y pueden vivir en muchos entornos diferentes, incluso dentro de grandes ciudades. Lo hacen ajustando su estilo de caza a diferentes tipos de presas, y siendo capaces de hacer sus dens en muchos ambientes diferentes. Su pelaje espeso es ideal para el control de la temperatura en áreas frías y calientes, y su color único mantiene a los coyotes camuflados en bosques, desiertos, praderas y áreas urbanas.
Según el Museo del Desierto de Sonora, los coyotes son omnívoros y pueden comer una gran variedad de alimentos. Son capaces de acechar y matar pequeñas presas como ratones y aves, pero también pueden unirse en paquetes para eliminar presas más grandes como ciervos, según el sitio web Desert Museum. Durante los meses de primavera y verano, los coyotes comen frutas, bayas y nueces para complementar su dieta. Los coyotes prefieren cavar una madriguera para usar como guarida, pero si no se dispone de tierra blanda, pueden vivir en una pequeña cueva o un matorral de maleza.
Los coyotes son una de las especies más extendidas en América del Norte. Se pueden encontrar en casi todos los estados, desde Alaska hasta Nueva Inglaterra, así como en una gran parte de Canadá, y también en el extremo sur del continente como México y Panamá.