El movimiento se clasifica en general en dos tipos: uniforme y no uniforme. Este último se divide en tres categorías: translativo, vibratorio y rotatorio. En función de la trayectoria del movimiento, el movimiento translativo puede ser rectilíneo o curvilíneo.
El movimiento es uno de los principios rectores de la física. Se refiere a la variación entre la ubicación inicial y final de un objeto. El movimiento también puede referirse a la acción de moverse o ser movido. Se dice que un cuerpo está en reposo cuando permanece fijo en su posición en relación con su entorno. Mientras tanto, se dice que un objeto está en movimiento si su posición se altera en relación con su entorno.
El movimiento uniforme se produce cuando la distancia recorrida por un objeto es igual a la cantidad de tiempo que se tarda en cubrir esa distancia en particular. Por ejemplo, un vehículo que corre a una velocidad constante tiene un movimiento uniforme. El movimiento no uniforme ocurre cuando un objeto no se mueve a una velocidad o velocidad constante. El movimiento traslativo depende de la ruta por la que viaja el cuerpo. El movimiento rectilíneo es un movimiento a lo largo de una línea recta, mientras que el movimiento curvilíneo es un movimiento a lo largo de una trayectoria o superficie curva. Un hombre que camina sobre un terreno plano es un ejemplo de movimiento rectilíneo, mientras que un automóvil que redondea una curva demuestra un movimiento curvilíneo. El movimiento giratorio se refiere a moverse en una trayectoria circular, como las ruedas giratorias de un automóvil. El movimiento vibratorio es un movimiento oscilante en el que un objeto oscila hacia adelante y hacia atrás. Un ejemplo de esto es el péndulo de un reloj de abuelo.