El gas metano no se considera peligroso para los humanos por inhalación. La exposición al gas metano en el aire con bajos niveles de oxígeno puede causar mareos, dolores de cabeza y una sensación de fatiga sin efectos letales.
El metano es un gas de efecto invernadero muy común emitido por los humedales y el ganado. También es liberado a la atmósfera por actividades humanas y fuentes de gas natural. Puede ser peligroso en concentraciones pesadas y espacios confinados, ya que puede ser explosivo si entra en contacto con una llama abierta.
No se sabe que los efectos a largo plazo para la salud sean el resultado de una exposición prolongada al gas metano, y se eliminan rápidamente del cuerpo a través de una variedad de funciones corporales.