El aluminio reacciona con el hidróxido de sodio. El hidróxido de sodio también se conoce como lejía o soda cáustica.
Cuando el aluminio y el hidróxido de sodio entran en contacto entre sí, hay una reacción bastante vigorosa.
Por ejemplo, hubo una situación en la que un camión cisterna de aluminio que llevaba una solución de hidróxido de sodio al 25 por ciento sufrió daños debido a la presurización del gas hidrógeno que ocurre cuando el aluminio y el hidróxido de sodio reaccionan entre sí. Este accidente ocurrió en el Reino Unido en 1986. Sin embargo, el sulfato de aluminio se puede mezclar con hidróxido de sodio para formar hidróxido de aluminio, un compuesto que se usa para filtrar las partículas durante el tratamiento con agua.