Algunos anti-federalistas famosos incluyen a George Mason, James Winthrop, Melancton Smith, Patrick Henry, George Clinton, Samuel Adams y John Quincy Adams, entre otros. Los anti-federalistas eran un grupo de personas. De todo el país que se opuso a la ratificación de la Constitución. Afirmaron que la ratificación otorgó demasiado poder al gobierno nacional.
Aunque estaban menos organizados que los federalistas, el grupo presentó a algunas de las personas conocidas en la política estatal. Los anti-federalistas también estaban preocupados por la protección de los derechos humanos. Creían que la mayor amenaza para el futuro estadounidense era el plan del gobierno para asegurar más poder, lo que a la larga podría conducir a un aumento de la corrupción. Uno de los poderes a los que se opusieron los antifederalistas fue la capacidad del presidente para anular las decisiones de los representantes populares en la legislatura. Según los antifederalistas, el sistema de tribunales centrales parecía interferir con las actividades de los tribunales locales.
Hubo una serie de objeciones que fueron planteadas por los anti-federalistas al gobierno nacional. George Mason, un delegado de la Convención de Filadelfia, argumentó que el poder del gobierno nacional tenía la intención de destruir a los gobiernos estatales. La objeción más poderosa de los antifederalistas fue la falta de protección de los derechos individuales en la Constitución.