Los ejemplos de prejuicios en las escuelas incluyen la exclusión de estudiantes de actividades y grupos sociales debido a creencias religiosas, raza, género u orientación sexual; juzgar a los demás por estereotipos; y acosar a los estudiantes debido a su rendimiento académico o creencias. El prejuicio a menudo conduce a la discriminación y puede afectar drásticamente el bienestar de una persona.
El prejuicio también ocurre en las escuelas cuando los maestros o administradores no respetan o no permiten el derecho de un estudiante a expresar creencias, usar ropa o joyas culturales y practicar costumbres religiosas. También se evidencia al negar oportunidades debido a la pertenencia a un grupo social específico, raza, género o comunidad. El prejuicio y la discriminación también se producen hacia los estudiantes de entornos económicamente desfavorecidos.